martes, 9 de diciembre de 2008

PROFESOR MEDIADOR CONOCE A SUS ALUMNOS

En términos prácticos y concretos, sería recomendable tener en consideración una serie de acciones que lograrían transformar una clase de cualquier asignatura en una mediación efectiva. El profesor ha planificado cuidadosamente una situación de aprendizaje, seleccionando para la presentación de los estímulos la situación y elementos más motivantes de que disponga o que se autoprovea, en base al conocimiento que posee del grupo con que trabaja. El profesor ha de dominar a cabalidad las características de la psicología infantil propia del grupo etario al que enseña, así como las características particulares del grupo en cuanto a conocimientos previos, intereses, motivaciones, capacidades, fortalezas, debilidades, entorno ambiental, social y cultural, estilos cognitivos y ritmos de trabajo, etc., tanto a nivel grupal como individual, de manera que pueda controlar la mayor cantidad de factores posibles para asegurar el éxito de la experiencia de aprendizaje. Esta situación de asombro, curiosidad y alerta que despierta la motivación adecuada, ya sea en situaciones planificadas o emergentes, permite incorporar los elementos a ser "aprendidos" de un modo que es percibido en una categoría cercana a la de "magia" por el aprendiz. El solo interés manifestado en la mirada directa de los niños a los ojos del profesor o en otras inequívocas señales, inmediatamente generan una reacción positiva del profesor, en reciprocidad al alumno, que refuerza y retroalimenta esta reciprocidad. Sin duda habrá muchas ocasiones en las que la reciprocidad desde el aprendiz será menos sencilla, y es justamente en estos casos en los que el profesor mediador debe estar más alerta a cualquier señal receptiva para estimularla cuanto antes y producir el círculo virtuoso. La idea es explorar hasta encontrar el incentivo adecuado, la estrategia precisa para ese caso en particular, en sus determinadas circunstancias, para gatillar el aprendizaje, logrando anclar en algún conocimiento previo, hasta constituirse en un aprendizaje significativo, en un contexto de retroalimentación permanente. Esto es posible en condiciones que aseguren la recepción del estímulo por parte del aprendiz, y esto sólo ocurrirá si lo que se ofrece en la interacción encuentra un conocimiento previo pertinente en el alumno, sobre el cual hacer conexión y sentido. El aprendizaje debe ser significativo, tener valor para el que aprende, tener relación con su experiencia y necesidades. Esto implica estar generando permanentemente Zonas de Desarrollo Próximo, mediándolas, para construir sobre ellas.
El modelo socio cognitivo precisa de un profesor que conozca a cada alumno, sus dificultades y problemas de aprendizaje, las causas de sus fracasos. Atienda a sus diferencias individuales, con un conocimiento personalizado y un seguimiento puntual de los cambios. Preste constante atención a los procesos que van dando la madurez a los alumnos, ayude al alumno a ser consciente de lo que aprende, por qué y cómo lo aprende. Ejercite el uso del autocuestionamiento y el conflicto cognitivo, para ayudar a los educandos a tomar conciencia de su propio proceso de aprendizaje.

1 comentario:

Ahlejandro dijo...

muy buen post ... me encantó